"La aventura, la gran aventura, es contemplar cómo aparece una cosa desconocida cada día delante de tus ojos".

-Henry Cartier-Bresson-

28 abr 2014

Fotografia Fácil: La Velocidad de Obturación

Siguiendo con los parámetros para controlar la exposición, o cantidad de luz que recae el la película o sensor de la cámara, hoy vamos a hablar de la velocidad de obturación.

El obturador es un mecanismo, normalmente situado en el cuerpo de la cámara justo delante del elemento fotosensible, que regula el tiempo que la luz incidirá en este elemento, y por lo tanto en la fotografía.

Obturador vertical de láminas en el plano focal

Hablamos de velocidad de obturación para referirnos a la velocidad a la cual el obturador se abre y se cierra, más concretamente será el tiempo que el obturador se queda abierto permitiendo que la luz llegue al sensor.

Este tiempo, o velocidad de obturación, se regula en segundos o en fracciones de segundo. Normalmente la cámara nos indicará los segundos con el símbolo correspondiente (") mientras que las fracciones de segundo sólo vendrán expresadas con el número fraccionario. Es decir, para una velocidad de cuatro segundos veremos 4", para medio segundo (1/2") la cámara nos indicará solamente 2 o 1/2, y si la velocidad es la milésima parte de un segundo (1/1000") la velocidad indicada en el display será 1000 o 1/1000.

Cuanto más lenta sea la velocidad de obturación, más tiempo estará el obturador abierto, permitiendo que la luz llegue al sensor durante más tiempo y al revés, una velocidad de obturación rápida comportará que la luz sólo incida en el sensor muy poco tiempo.

Así pues, la escala de velocidades más usuales para las cámaras fotográficas es la siguiente:



DOBLE - MITAD

Igual que sucedía en las aperturas de diafragma, aquí también vemos que cada paso en la escala de velocidades es el doble de rápido que el anterior y la mitad de lento que el siguiente. Así, a cada paso que damos en el dial de velocidades, estaremos dejando entrar la luz el doble o la mitad de tiempo.

De la misma manera, muchas cámaras disponen de valores de obturación intermedios o incluso tercios, pero lo que sigue siendo importante es la comprensión de que a más tiempo, más luz y a menor tiempo, menos.

Así pues, vemos que este es otro parámetro importante que nos sirve para controlar la exposición deseada en una imagen. Si la foto nos queda demasiado oscura, tenemos la opción de dar más tiempo con una velocidad de obturación más lenta y si nos queda demasiado quemada siempre podemos seleccionar una velocidad más alta para que llegue menos luz al sensor.

Congelar el movimiento

De esta manera, aparte de ayudar a una correcta exposición, la elección de una u otra velocidad de obturación comportará distintos efectos en la imagen final. Depende del valor escogido, estaremos decidiendo cómo plasmar el movimiento de la realidad en nuestra imagen.

Una velocidad de obturación lenta nos permite plasmar el movimiento ya que estamos dando más tiempo al sensor para que registre este movimiento. En cambio, con una velocidad más rápida congelaremos la acción, obteniendo imágenes más estáticas, como si hubiésemos parado el tiempo. Este comportamiento es lógico ya que, cuanto menos tiempo permitamos que la luz llegue hasta el sensor menos cambios se producirán en la imagen.

Izquierda: 1/30". Velocidad lenta. Más tiempo de exposición. La imagen plasma el movimiento
Derecha: 1/500". Velocidad rápida. Menos tiempo de exposición. Se congela el movimiento.

Aspectos que hemos de tener en cuenta sobre la velocidad de obturación:

- Con velocidades de obturación muy lentas, se nos hará imprescindible un punto de apoyo en la cámara para evitar que la imagen salga trepidada. Puede valernos cualquiera, pero lo más recomendable es usar un trípode.

- La velocidad mínima con la que podremos tirar "a pulso" normalmente vendrá determinada por la longitud focal del objetivo que estemos usando. La velocidad mínima sería la equivalente a la distancia focal de la óptica. P.ej. con un gran angular de 28mm. la velocidad mínima para disparar a pulso sería 1/30, en cambio con un teleobjetivo de 200mm. tendríamos que disparar a velocidades superiores a 1/200 o 1/250 si no queremos que la foto salga trepidada.

- Últimamente y con la inclusión en muchas ópticas e incluso en los cuerpos de las propias cámaras de estabilizadores de imagen, estas velocidades mínimas se han reducido considerablemente, pero siempre es bueno tener en cuenta la distancia focal y nuestro pulso en el momento de disparar a velocidades bajas.


A nivel práctico...

Seleccionando una u otra velocidad de obturación, podemos crear interesantes efectos de movimiento o impactantes imágenes congeladas. Sólo es cuestión de decidir cómo queremos plasmar o interpretar la realidad.

1"- Un tiempo de exposición lento y el uso de un trípode es lo único que necesitamos para crear este efecto de agua "sedosa".

1/1000"- Para congelar el movimiento hay que escoger velocidades de obturación muy rápidas.

2" - Con una velocidad de exposición suficientemente larga podemos conseguir este interesante efecto de las luces de los coches en movimiento apareciendo como líneas de luz en la foto. No hace falta decirlo, pero el trípode aquí es imprescindible!

Así pues, vemos que aunque lumínicamente (esto es, hablando de la cantidad de luz que llega al sensor) puede que sea equivalente disparar a f4 - 1/500" que a f22 - 1/30", el resultado final en nuestra imagen será muy muy distinto. Depende de nosotros escoger los parámetros de disparo más adecuados a nuestros propósitos.

En la próxima entrega os hablaré de la sensibilidad o los valores ISO, la tercera vía para obtener la exposición deseada en nuestras fotos.

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