"La aventura, la gran aventura, es contemplar cómo aparece una cosa desconocida cada día delante de tus ojos".

-Henry Cartier-Bresson-

15 jun 2016

Viajes: Eslovenia, un país sorprendente (I): Ljubljana

Aunque suene raro, la historia de este viaje empieza durante una clase de inglés. Ahora no recuerdo bien sobre qué iba la conversación pero, en un momento dado, mi profesor hizo un comentario sobre el Lago Bled.  Sorry? Bled lake? Where is this? dije yo en el mejor inglés del que fui capaz... Fijo que mi flemático teacher debió verme la cara de "lo cualo?" así que me buscó fotos de ese sitio. Y ya puestos, miramos algunas más del país.


Lago de Bled, Eslovenia
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f8 - 1/50" - ISO 200
Filtro polarizador

Uau! No me lo podía creer. Qué paisajes! Qué lugares! Pero, esto realmente existe? Pero... si está casi aquí al lado! Aunque suene a antojo, a la quinta o sexta foto ya había decidido que quería ir. Así que, terminada la clase empecé a buscar por internet y a barajar posibilidades. Cómo ir? Qué visitar? Cuándo es la mejor época? Dónde puedo alojarme?

Al cabo de un rato de navegar por la red (a estas alturas Kayak y Booking ya son mis amigos íntimos) ya tenía claro cómo me lo montaría. Para cuando yo miré no había vuelo directo Barcelona-Ljubljana (tenía que hacer un transbordo en París) así que opté por irme a Treviso con Ryanair (98€ con maleta incluida) y una vez allí alquilar un coche y realizar la última parte de trayecto por carretera. Si, tenéis razón, Treviso está en Italia pero solamente a una hora de la frontera eslovena, y desde allí otro tanto hasta la capital... e igualmente iba a alquilar un coche para moverme por el país, así que no era mal plan.

Con mi pequeño Polito por el PN Triglav, Eslovenia
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f18 - 3" - ISO 100
Trípode, cable disparador y filtro polarizador
Si os he de ser sincera -de hecho, intento serlo siempre- he de deciros que Eslovenia me gustó desde el mismo momento en que crucé la frontera. Vale...mucho mérito no tiene, ya sabía que me iba a gustar, pero no creía que el encanto de ese país me atraparía tan pronto.

Aviso para navegantes. Si, como yo, alquiláis un coche fuera del país (o vais con vuestro propio vehículo) debéis saber que para circular por las excelentes autopistas eslovenas hay que disponer de la Viñeta, una pegatina que se adhiere al cristal del coche y nos autoriza a hacer uso de sus vías de peaje por el período estipulado en el permiso. En mi caso, paré en la última área de servicio italiana y compré una con validez para 7 días. El precio, 15€.


En mi plan de viaje, había decidido ceñirme a la parte oeste del país -creo que la más interesante- y pasaría la primera noche en la capital: Ljubljana. Llegué allí a primera hora de la tarde, y después de registrarme en el céntrico hostel  (Penzion Pod Lipo) y de dejar bien aparcadito el Polo agarré mi cámara y salí a caminar por la ciudad.

Río Ljublanica, a su paso por el centro de Ljubljana, Eslovenia.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f8 - 1/50" - ISO 100
Filtro polarizador
La capital de Eslovenia no es, para nada, una ciudad muy grande. Y lo más bonito, que es el centro histórico, se puede hacer a pie perfectamente. De hecho, esa parte de la ciudad es toda peatonal, así que no nos quedará otra que recorrerla a pie o en bici. Es una buena idea empezar en Presernov trg., en las inmediaciones del puente triple, y desde allí ir explorando sin prisa los dos márgenes del río, cruzando a la Staro Mesto (ciudad antigua) cuando se nos antoje por algunos de los magníficos puentes que encontraremos.

Petkovskovo nabrezje, a la izquierda del río. Al fondo, la catedral y el castillo. Ljublana, Eslovenia.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f8 - 1/50" - ISO 200
Filtro polarizador
Y ese era mi plan. Sencillo, como yo misma. No me gustan los planes complicados. Con un mapa y un par de recomendaciones del simpático recepcionista del albergue fui callejeando sin rumbo fijo, viendo cosas, parando donde me apetecía y, cómo no, haciendo fotos.

Ribji trg, la plaza del ayuntamiento, en pleno Staro Mesto. Ljubljana, Eslovenia.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG

f11 - 1/40" - ISO 100
Filtro polarizador
Tanto la capital como el resto del país son perfectamente seguros, así que simplemente me dediqué a disfrutar de mi primera tarde en Eslovenia, adaptándome a su ritmo propio.

Stari trg, la plaza vieja. El verdadero corazón de la Staro Mesto. Ljubljana, Eslovenia.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG

f8 - 1/50" - ISO 200
Filtro polarizador

Gornji trg, la plaza superior de la Staro Mesto. Ljubljana, Eslovenia.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f10 - 1/40" - ISO 100
Filtro polarizador

Eslovenia tiene una gastronomía particular...ecléctica. Ha sabido coger lo mejor de los países vecinos, así que podemos encontrar excelentes platos de carne, salchichas y goulash así como pasta, pizza, ricos helados... y hasta -y lo digo con una mezcla de alivio y placer- un excelente café! 

Pizza, salchicha de Carniola y goulash. Algunos de los ricos manjares que podréis degustar en Eslovenia.

Así que, cuando fue la hora me dediqué a buscar el Gostilna (restaurante o taberna) que me habían recomendado y me decidí a probar el goulash, un guiso de carne con salsa, que encontré muy sabroso! Decir que en Eslovenia -como en la mayoría de los países más o menos civilizados- se suele cenar un poco más pronto que en España. Entre las ocho y las nueve es una buena hora para no encontrarse la cocina cerrada, pero no vayáis mucho más tarde, sobretodo en los pequeños pueblos.

Puente del Dragón. Ljubljana, Eslovenia.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f18 - 5" - ISO 800
Al salir de cenar ya estaba oscureciendo, y me encontré con que los puentes y edificios de la capital empezaban a iluminarse... así que realicé mil paradas (bueno, quizá no tantas) para intentar captar esa luz. No quedaba otra que realizar largas exposiciones...pero no llevaba el trípode encima, así que me las tuve que ingeniar para mantener la cámara quieta... una barandilla, una papelera, un banco... todo vale si logramos que la cámara no se mueva NADA durante los largos segundos que necesite la toma. 

Puente peatonal sobre el Ljubljanica. Ljubljana, Eslovenia.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f20 - 10" - ISO 400
Al principio me pareció curioso... pero luego pensé que la iluminación de algunos puentes era un poco arriesgada. Al final llegué a la conclusión que esta luz verde era -como mínimo- un poco kitsch. A lo mejor se debe a que Ljubljana ha sido nombrada "ciudad verde europea del 2016". Sea como fuere, era distinto...

NOTA: Al publicar el post recibí una nota de un amigo esloveno explicándome el porqué del color verde de la iluminación de la ciudad. Creo interesante añadir esa explicación aquí. 
El verde es el color de Ljubljana. Al equipo de fútbol los llaman los "dragones verdes", también por el acento de sus habitantes... pronuncian el "what" como algo parecido a "kva", así que cariñosamente son llamados "ranas". También la bandera de la ciudad es verde, al igual que muchas otras cosas como los autobuses urbanos. Así pues, verde es el color de Ljubljana, y lo muestran con su particular iluminación. 

Puente triple, Presernov trg y iglesia de la Anunciación. Ljubljana, Eslovenia.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f16 - 30" - ISO 200

Aproveché todo lo que pude la "hora azul" y la espectacular iluminación del centro, y cuando me cansé, paré en una de las muchas terracitas que dan al río y me tomé algo, contemplando el paisaje urbano y el ir y venir de la gente mientras ordenaba mis ideas sobre la ciudad. Me gusta, y mucho. Ambientazo, pero de tranqui. No soy mucho de ciudades, la verdad, pero en ésta no tienes la impresión de estar en una gran urbe (de hecho, no lo es), es muy tranquila, limpia y la gente es muy respetuosa. Al final llegué a la conclusión de que ojalá todas las ciudades fueran como Ljubljana...


Puente Cobbler. Ljubljana, Eslovenia.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f16 - 25" - ISO 200

Me gustó tanto la ciudad que decidí seguir explorándola por la mañana, así que me dirigí a la zona del mercado central y Krekov trg y desde allí me monté en un curioso funicular de cristal que remonta el desnivel hasta el castillo de la ciudad. El viaje dura apenas unos segundos, pero a cada metro que ganábamos a la colina, mejoraban las vistas. Una vez arriba, visité el castillo.

Castillo de Ljublana, Eslovenia
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f10 - 1/100" - ISO 100

Pasé un rato bien entretenido en los patios, salas, sótanos y pasadizos de la fortificación, pero sin duda lo que me gustó más fueron las vistas de la ciudad desde la atalaya del castillo.

La iglesia de la Anunciación, Presernov trg y el puente triple vistos desde el castillo. Ljubljana, Eslovenia.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f11 - 1/50" - ISO 100

La mañana tocaba a su fin, y antes de irme de la capital aún quería ver de cerca a los dragones del puente, todo un símbolo de Ljubjlana, así que fui a presentarles mis respetos. Cuenta la leyenda que cuando una doncella pasa por el puente del dragón, estos animales mitológicos mueven la cola. Los habitantes de la ciudad no lo han visto nunca...

Puente del dragón, detalle de uno de los dragones. Ljubljana, Eslovenia.
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 IF EX DG
f8 - 1/250" - ISO 200

Me siento tan a gusto en esta ciudad, que no me iría... pero debo seguir ruta. Sólo dispongo de una semana y hay más lugares que quiero ver. El resto del país me espera, así que cargo el Polo y pongo rumbo al norte. Los próximos días los pasaré en la zona de Bled, explorando los alrededores de su famoso lago y el PN Triglav. Agua, montaña, bosques, desfiladeros, pueblos de postal... lo que tengo por delante suena muy bien... sólo espero que el tiempo me acompañe y pueda hacer buenas fotos! De momento, no me ha ido mal...

El viaje sigue, pero ya será en otro post. Será en breve... no os lo perdáis!


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