"La aventura, la gran aventura, es contemplar cómo aparece una cosa desconocida cada día delante de tus ojos".

-Henry Cartier-Bresson-

19 jun 2014

Fotografia Fácil: La Luz (I). Tipos y cualidades

La palabra fotografía deriva de los vocablos griegos FOTO (luz) y GRAFIA (escritura). De esta manera, el significado sería "escribir -o pintar- con luz". Así pues, y tal como nos indica la misma palabra, lo único que necesitamos para tomar una fotografía es luz. Si ya lo digo yo, que en el fondo la cámara es secundaria...

Pues si, la luz lo es todo en fotografía, y el éxito o el fracaso de nuestras imágenes dependerá -en buena parte- de cómo la luz incide en la escena que queramos plasmar. Por eso es importante conocer qué tipos de luz nos podemos encontrar y cómo afecta ésta a nuestras imágenes.

La luz, principal elemento para la fotografía.

En primer lugar, y dependiendo de su origen tenemos:

-Luz Natural. Básicamente la emitida por el Sol y que llega a la tierra atravesando la atmósfera. No nos quedará más remedio que adaptarnos a ella, pero depende de a qué hora salgamos a hacer fotos y del estado del cielo, nos podrá dar diferentes matices en intensidad, dirección, dureza y color.

- Luz Artificial. Cuando proviene de fuentes de luz creadas por el hombre como flashes, focos, linternas, fluorescentes... Ésta tiene la ventaja que podemos modificar sus cualidades y dirección.

Luego, y dependiendo de su intensidad podemos encontrar distintos tipos de luz:

La luz dura provoca también sombras duras

- Luz Dura. Es una luz muy intensa, que provoca sombras definidas y profundas, por ejemplo la luz del sol en un día despejado.

Este tipo de luz acentúa el contraste entre luces y sombras, destaca los detalles de cada textura y satura los colores.

La luz dura ayuda a dar fuerza y carácter al motivo de la fotografía.



Una luz suave y homogénea suele ir muy bien al retrato.

- Luz Suave o Difusa. Se trata de una iluminación uniforme, que produce sombras muy suaves o nulas y con poco contraste entre las zonas más iluminadas y las más oscuras.

Podemos encontrar esta luz difusa en un día nublado, al alba cuando aún no ha salido el sol o cuando ya se ha puesto pero todavía queda luz residual, a la sombra en un día soleado o tamizando la luz dura mediante un elemento difusor.



La luz dura golpea al motivo, mientras que la difusa lo acaricia.


Otra de las propiedades que debemos de tener en cuenta a la hora de disparar, es la dirección y la altura de la luz, ya que dependiendo de su ángulo de incidencia sobre el objeto a fotografiar puede producir unos y otros efectos. Así pues, tendríamos:

Con la luz cenital las sombras de estos clásicos se proyectan hacia abajo
Luz Cenital. Cuando la fuente de iluminación viene de arriba, es decir, incide verticalmente sobre el motivo en un ángulo aproximadamente de 90º.

Hemos de tener en cuenta que este tipo de iluminación proyectará las sombras hacia abajo.

Al fotografiar personas, se formarán molestas zonas oscuras en la zona de los ojos, y si el sujeto lleva sombrero es muy probable que toda la cara nos quede a oscuras.


La luz frontal aplana las imágenes,
dejándolas sin volumen



- Luz Frontal. Es cuando el fotógrafo se encuentra entre la luz y el motivo o sujeto a fotografiar, es decir, cuando la luz ilumina la parte delantera del motivo. Por ejemplo, cuando disparamos con el flash de la cámara o con el sol a nuestra espalda.


Aunque este tipo de iluminación tiende a saturar mucho los colores, la luz frontal "aplana" las imágenes y éstas quedan faltas de volumen y textura.






Una iluminación lateral nos ayuda a dar volumen al motivo.

- Luz Lateral. En este caso, la luz incide por uno de los flancos o lados del motivo, cosa que hace destacar el volumen y las texturas, ayudando a dar un efecto de tridimensionalidad a nuestras fotos.

Así pues, las sombras adquieren importancia en el resultado final, pudiendo ser un elemento activo en la composición.






Cuando encontremos una situación de contraluz tendremos que escoger
entre exponer para las luces o para las sombras.

- Contraluz. Aquí la fuente de iluminación se encuentra por detrás del motivo a fotografiar, por consiguiente delante de la cámara, cosa que puede "engañar" al fotómetro. El motivo queda iluminado solamente por la parte que no se va a ver en la fotografía y las sombras se proyectan hacia el fotógrafo.

Suelen ser situaciones con un alto contraste y mucho rango dinámico y, por regla general, deberíamos prestar mucha atención como exponemos para este tipo de imágenes.




También es importante conocer como afectará a nuestras fotografías el momento del día que escojamos, ya que la luz puede ser muy distinta dependiendo de una u otra hora.

- Al alba, justo antes de que salga el sol, la luz tiene grandes propiedades fotográficas ya que es clara, limpia y fría. También es una luz muy suave, prácticamente homogénea y sin grandes diferencias ni contrastes entre luces y sombras.

En lo fotográfico, madrugar siempre suele tener la recompensa de una luz excelente.

- La salida del sol nos proporciona una iluminación muy cálida ya que la luz contiene más tonos amarillos y rojizos que azulados. A primera hora es cuando la atmósfera suele estar más límpida y obtendremos una gran definición en los temas iluminados directamente por los rayos solares.

Quizá no todos los días la luz sea tan cálida, pero la salida de sol siempre es un momento mágico.

Eso sí, es una luz que dura muy poco, puesto que a medida que el sol va ganando altura la calidad de la luz cambia rápidamente. Deberemos estar atentos y es aconsejable tenerlo todo preparado con antelación, ya que no dispondremos de demasiado tiempo para disparar.

El color de la luz cambia en minutos. Hay que estar atentos.

- Durante la mañana, el sol que asciende por el cielo nos proporciona una luz bastante limpia y sin prácticamente dominancia de color.

Una luz limpia y neutra, una mañana de verano en el norte de Escocia.

- El mediodía no sería el mejor momento para tomar fotografías. El sol se encuentra por encima de nuestras cabezas y esto hace que incida perpendicularmente sobre el paisaje, dejándolo plano y sin volumen. Es el momento de máxima intensidad solar, con lo que la diferencia entre luces y sombras (el contraste) suele ser muy acusada. Además, cuando el calor provoca calima esto hace que la luz sea demasiado brumosa para fotografiar paisajes, aunque en invierno (cuando el sol va más bajo) o justo después de llover puede estar bien.

La luz cae a plomo al mediodía en la pequeña isla de Bréhat, en Bretagne.

- Por la tarde. A medida que el sol va bajando, la luz lateral va dando forma al paisaje haciéndonos ver pliegues y formas que con otra iluminación nos pasaban inadvertidas. También va cogiendo otra vez un tono más cálido. Cuanto más bajo esté el sol, más alargadas serán las sombras y más cálido el color.

La luz baja de la tarde da forma y relieve al paisaje. Pn de la Serra de Montsant.

- La puesta de sol nos puede deparar momentos mágicos si sabemos aprovecharla. Es un buen momento para hacer contraluces y captar todos los colores del cielo. Eso si, aunque sea el momento de mayor calidez del día, la intensidad del color no es siempre la misma.

Un cielo encendido, producto de una puesta de sol espectacular.

- La "Hora Azul". Justo después de que el sol se esconda, el resplandor o luz residual que queda en el cielo nos proporciona unos minutos de luz muy similar a la del alba, pero quizá más llena de color. A medida que baja el nivel de luz se nos hace necesario realizar exposiciones cada vez más largas, con lo que la ayuda de un trípode es casi esencial.

La "Hora Azul" es, simplemente, mi momento del día preferido.

- Y los días nublados? Normalmente cuando estamos de vacaciones y amanece nublado nos deprimimos un poco... pero en lo fotográfico los días tapados pueden ser perfectos ya que la luz es muy suave y tamizada, produciendo imágenes sin demasiado contraste. Estos días son ideales para el retrato, fotografía macro o interiores de bosque, motivos que de otra manera podrían quedar demasiado duros. Ah, y los colores os sorprenderán!

Los días tapados son ideales para, por ejemplo, fotografiar interiores de bosque. De otra manera se crearían muchos contrastes en los puntos donde la luz logra atravesar el denso follaje.

Y hasta aquí la primera parte del este post dedicado a la que debería ser la "mejor amiga del fotógrafo": la luz. En la siguiente entrega de Fotografía Fácil os explicaré las maneras que tiene vuestra cámara de medir la luz para que podáis sacar el máximo partido a cada situación.


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