"La aventura, la gran aventura, es contemplar cómo aparece una cosa desconocida cada día delante de tus ojos".

-Henry Cartier-Bresson-

7 may 2014

Viajes: Argentina (V). El Calafate. Glaciares increíbles.

¡Anda! Mientras me tomo mi café con leche veo en la pared del local una foto de Butch Cassidy y Sundance Kid, los auténticos forajidos que inspiraron la película "Dos Hombres y un Destino" interpretada por Paul Newman y Robert Redford. Estoy en la Estancia La Leona, la única construcción que hay en la carretera que une El Chaltén con El Calafate y como es la única, es parada obligada para todos los transfers y buses que cubren esta ruta.

Pues resulta que los dos ladrones de bancos más famosos del oeste americano también se detuvieron aquí en 1905 cuando, después de asaltar un banco en Río Gallegos (unos 300 km al sureste), huyeron en dirección a los Andes. Pues no se parecen en nada a los de la peli... que cosas... En fin, me doy una vueltecita por fuera para estirar las piernas y observo la soledad patagónica que envuelve el lugar. En cinco minutos reemprendemos viaje y en poco más de una hora y media llegaremos a El Calafate, último destino de mi periplo por Argentina.

Bandera argentina en la Estancia La Leona. Santa Cruz (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSM
f8 - 1/80" - ISO 100

Ya sé que por el tiempo que he pasado recorriendo el país podría haber abarcado mucho más. De hecho, la gente que viene de turismo a Argentina visita más lugares en menos días, pero esta vez mi plan era quedarme más días en cada lugar para poder así reducir costes en desplazamientos y sacar el máximo partido a las oportunidades fotográficas de cada sitio. Creo que es mejor obtener menos fotos pero buenas, que no imágenes de muchos sitios pero mediocres. Eso es lo que les cuento a mis compañeros de viaje, una simpática pareja de Barcelona que regresan al Calafate después de pasar un día en El Chaltén. Un día... yo estuve 4 y me hubiera quedado más... en fin... cada uno viaja como quiere.

El Calafate no podía ser más distinto al Chaltén... una larguísima calle principal flanqueada por restaurantes, bares-cafeterías y heladerías, agencias de viaje y multitud de tiendas de recuerdos y de material de montaña. Hay que equipar bien a la gente para el frío! Sin duda, los precios que me encuentro por aquí son los más caros de todo el viaje, y no paran de pasar autobuses cargados de turistas yendo o regresando de los glaciares. Ah, y hasta hay un casino, en pleno centro de la población! Por detrás de la calle principal se distribuye la enorme oferta hotelera de la ciudad. Hoteles, hostales, albergues, cabañas... todos quieren aprovechar el tirón de uno de los lugares más famosos del mundo.Y es que, aunque el Perito Moreno esté a unos 80 km de aquí, El Calafate es la última población antes de llegar al parque nacional y todos los servicios y excursiones deben contratarse desde aquí.

El Calafate visto desde el Cerro Huyliche. Santa Cruz (Argentina)
La zona arbolada era el núcleo urbano original, con lo que se puede apreciar
el crecimiento de esta ciudad en los últimos años.
Panasonic DMX-LX3
f5,6 - 1/1000 - ISO 100

Después de instalarme en lo que será mi casa los próximos cinco días, una completa habitación en los bien situados Apartamentos El Puente, salgo a explorar la ciudad y veo las opciones de las que dispongo. En el sector sur del Parque Nacional los Glaciares todas las actividades son organizadas -esto es, de pago- y no hay más remedio que contratarlas con alguna de las agencias de viaje que se agolpan a ambos lados de la Av. Libertador General San Martín (curioso, la calle principal de casi todas las poblaciones argentinas lleva ese nombre). Todas ofrecen más o menos lo mismo, básicamente transporte hacia el parque y visita de las denominadas pasarelas de observación -desde donde se ve el Perito Moreno-, navegación por el Lago Argentino para visitar los glaciares Upsala y Spegazzini y algo de turismo más activo: el trekking por el glaciar. Luego también hay otras posibilidades fuera del parque. BTT, quads (aqui los llaman cuatriciclos), excursiones en 4x4, visitas a estancias ovejeras, observación de aves, paseos a caballo... Un sinfín de posibilidades, vamos.

Como no me gusta escoger, y tantas opciones me abruman, opto por ir por libre al día siguiente al parque. Para caminar por las pasarelas, ver -y escuchar- al glaciar y hacer mis fotos no necesito un guía, lo que quiero es disponer de suficiente tiempo. Normalmente las agencias te dejan un rato en pasarelas y luego te llevan a hacer la actividad programada, pero yo quiero ir sin prisas, así que me acerco a la terminal de omnibús y compro un billete i/v para mañana, así dispondré de todo el día y -dentro de lo que cabe- podré ir a mi aire. Y para celebrar mi primera noche en El Calafate, decido darme un homenaje degustando el famoso cordero patagónico. Ay, volví a olvidar lo grandes que son las raciones en este país!

La enorme pared frontal del Perito Moreno vista desde las pasarelas de observación.
P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 70-300 DL Macro
f8 - 1/200" - ISO 100

La carretera que une El Calafate con el parque nacional bordea el lado sur del enorme Lago Argentino. Es bastante recta hasta medio camino y cuando entra en el parque se vuelve sinuosa, lo que será una prueba para mi tendencia natural a marearme en los autobuses. Justo en la entrada del parque, todos los vehículos tienen que parar para que te puedan cobrar la entrada (130 pesos para los que no somos argentinos) y al cabo de un rato de más curvas finalmente el autobús te deja en pasarelas.

Justo al bajar del vehículo, noto que aquí el aire es helado y a la primera ráfaga me entra algo en el ojo. Intento quitarme la mota con cuidado, pero el resultado es que se ha debido irritar algo y durante todo el día veré mal. Si miro con ambos ojos abiertos, veo doble. Mis ojos no enfocan bien. En cambio, si cierro el ojo afectado (por suerte es el izquierdo), veo bien. Bueno, pienso, para hacer fotos cierro siempre ese ojo, así que de momento tira. Luego, si no me pasa, ya veré lo que hago.


Desprendimiento de hielo en el Perito Moreno.
P.N. Los Glaciares, Santa Cruz (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 70-300 DL Macro
f9 - 1/250" - ISO 100
Desafiando al frío, al viento y a mi ojo malo, paso la mañana recorriendo las pasarelas y haciendo fotos. La visión del Perito Moreno es alucinante, los colores azulados de las vetas de hielo, sus formas caprichosas, el reflejo de la luz, pero sobretodo el ruido que hace cuando se rompe una parte y se desprende sobre el lago. Es como un cañonazo. Indescriptible!

Pasaría horas embobada mirando la enorme masa de hielo que tengo delante, y de hecho las paso. El glaciar más famoso del mundo debe su fama a que es muy fácil poder verlo de cerca desde tierra, a que sea el único que no está en recesión y a las roturas provocadas por la presión de su constante avance. Este avance es de 3 metros al día en su parte central. Si si, toda esta mole camina 3 metros cada 24 horas! Como no va a romperse...

Panorámica del glaciar Perito Moreno. P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 - Cosina 19-35 f3,5
f18 - 1/320" - ISO 100

Hago una parada para comer y aprovecho para intentar arreglar lo de mi ojo con un buen lavado en los baños del centro de visitantes. Aunque sigo viendo doble, parece que mejora algo. Y vuelvo para las pasarelas, a ver si por la tarde la luz es un poco mejor... el día es nublado y sólo a ratos unos tímidos rayos de sol logran iluminar el glaciar, lo que da lugar a fotos muy chulas si se está al caso con la medición de luz.

Pared norte del glaciar Perito Moreno. P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 70-300 DL Macro
f9 - 1/640" - ISO 100
Cuando tomo el último autobús para volver al Calafate, mi ojo aún hace de las suyas, pero mi sonrisa no puede ser más grande. ¡Qué lugar! Maravilloso espectáculo de la naturaleza. Me llevo muchas fotos en mi tarjeta de memoria (algunas buenas y todo) pero sobretodo me llevo el recuerdo del estruendo de las roturas, los lamentos del glaciar al resquebrajarse. ¡Increíble!

Al día siguiente sigo viendo glaciares, pero hoy lo haré desde el lago y con los dos ojos en condiciones! La noche le ha sentado bien a mi vista. Al final me decidí y contraté un par de excursiones con la empresa Hielo y Aventura, la concesionaria de todas las actividades que se realizan dentro del parque nacional, y decido empezar con la navegación por el Lago Argentino. Se trata de un barco acristalado y bien adecuado para transportar a bastantes turistas. Y climatizado, por suerte... Al principio nos quedamos dentro, el frío y el viento son hoy intensos, pero a la que empezamos a ver los primeros témpanos ya todo el mundo se va para fuera y hay casi bofetadas para pillar un buen sitio para fotografiar... luego, a medida que vamos acercándonos al glaciar Upsala y los icebergs son cada vez más numerosos, la cosa se relaja.

Témpanos de hielo azul del glaciar Upsala. Lago Argentino, P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 -  Sigma 24-70 f2,8 DG HSM
f14 - 1/320" - ISO 100

De hecho, cuando ya tenemos el glaciar a la vista, son tantos los bloques de hielo que flotan en el lago que debemos conformarnos con verlo de lejos, medio cubierto de niebla. Un poco de fiasco, vamos... A ver si con el Spegazzini tenemos más suerte.

El rato que tardamos en deshacer lo navegado y poner rumbo al otro glaciar lo paso dentro de la cabina, comiendo algo y entrando en calor con un café con leche recuperador. Mientras, muchos de los otros turistas aprovechan para hacerse fotos con un pedazo de hielo que los marineros han pescado del lago.

Al cabo de bastante rato llegamos al glaciar Spegazzini y a éste si que vamos a poder acercarnos, siempre a una distancia prudencial, claro. Una vez allí, el capitán reduce la marcha y recorre varias veces la pared frontal para que todo el mundo pueda hacer sus fotos a placer. Todo un detalle!

Puntas de hielo en el glaciar Spegazzini. P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 70-300 DL Macro
f9 - 1/1250" - ISO 200
El resumen del día es que he pasado varias horas encerrada en un barco con otros ciento y pico turistas, que la mayoría del tiempo ha sido un aburrimiento enorme, pero que gracias a la excursión he podido hacer un par o tres de buenas fotos. Allá cada uno con sus conclusiones.

Mientras vuelvo para El Calafate pienso en lo que me espera mañana, y es que he dejado lo mejor para el final... mañana pisaré el glaciar. Ya sé que será una excursión "de domingueros" por uno de los laterales del Perito Moreno y que esto lo hace hasta mi abuela... pero que queréis que os diga, me hace hasta ilusión. Para mí será una de las experiencias del viaje.

Hasta el último momento dudé si llevarme la réflex o la compacta. Quiero hacer buenas fotos, si, pero también quiero disfrutar de la experiencia. Al final, y como nunca he caminado por un glaciar y no sé lo que voy a encontrarme, opto por la comodidad y cargo solamente con mi pequeña Lumix. Total, las fotos las hace el fotógrafo y no la cámara, no? Aunque mientras vamos de camino al glacial pienso que me hubiera gustado ver la cara de Eva, la agente de mi aseguradora fotográfica, cuando le hubiera dicho que mi flamante D800 se me había caído dentro del Perito Moreno... jaja!

Pared sur del glaciar Perito Moreno, la que da al Brazo Rico del Lago Argentino. P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
Panasonic Lumix DMC-LX3
f8 - 1/1000" - ISO 80
Los trekkings por el Perito Moreno se realizan en uno de sus laterales, mucho más estables que en la zona central, y para llegar ahí hay que cruzar el denominado Brazo Rico del Lago Argentino, una lengua de agua al sur de la Península de Magallanes. Desde la cubierta del barco la imagen que se obtiene del coloso también es para no olvidarla!

Una vez en tierra nos reciben los guías de Hielo y Aventura, que nos acompañarán en nuestra caminata y nos ayudarán en todo lo necesario. Todo bien organizado, si si. Antes de poder, por fin, calzarme los crampones hay que hacer una pequeña caminata de aproximación que nos sirve para ir calentando las piernas y para seguir observando la mole de hielo que se yergue a nuestra derecha. Al fin llega el gran momento, con las puntas de hierro bien atadas a mis botas estoy a punto para pisar el Perito Moreno.

Una foto para el recuerdo, encima del Perito Moreno. P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
Panasonic Lumix DMC-LX3
f5,6 - 1/800" - ISO 80

Doy los primeros pasos por la superficie helada con mucha cautela. Es la primera vez que camino por un glaciar, pero algo me dice que no será la última. Hay que ir con cuidado con no tropezar (no darme con un pie contra el otro), pisar de manera segura y repartir bien el peso del cuerpo, sobretodo en las bajadas. Me cuentan los guías que a veces alguien se cae de cara...

Marchamos durante más de una hora por las vetas irregulares del Perito Moreno. Vemos pequeños agujeros y sumideros por donde va deshelando el glaciar, pero ninguna cueva lo suficientemente grande para meternos... quizá esa sea mi única decepción del día. Por lo demás, todo va estupendamente y descubro que estoy hecha para esto! Voy sacando fotos donde me parece y la batería de mi cámara no tarda en agotarse. Aunque las llevaba cargadas a tope, suponía que pasaría esto, y es que el frío es mal compañero para las baterías y hace que se descarguen rápidamente. Por esto llevo la segunda batería en el bolsillo de mi pantalón, para darle el calor de mi cuerpo. Hago el cambio, y listos. A seguir con la excursión!

Otro grupo de turistas desciende por el Perito Moreno. P.N. Los Glaciares, Santa Cruz. (Argentina)
Panasonic Lumix DMC-LX3
f8 - 1/1600" - ISO 80

Al cabo de un rato (que me parece increíblemente corto!) llegamos al punto final de nuestra caminata por el glaciar. En un sitio más o menos llano tienen preparadas un par de mesas y unos vasos. Mientras uno de los guías va a por hielo el otro saca una botella de J&B de no sé donde... y al cabo de poco todos estamos brindando y disfrutando con un whisky con hielo tomado directamente del Perito Moreno. Aquí lo importante no es la edad del licor, sino la del hielo! Es un final un poco de "turismo de borregos", pero que queréis que os diga... hasta tiene su gracia.

Mientras regreso al Calafate pienso que ha sido una de las mejores experiencias del viaje, y que se me ha pasado volando! Qué lugar, el Perito Moreno... y cómo aprovechan para sacar dinero de ello! En fin... me quedan todavía un par de días por aquí, y no tengo ni idea de cómo voy a emplearlos. En un principio me dejé estas dos jornadas por si la meteorología me era desfavorable y porque desde aquí tal vez podía acercarme al vecino P.N. Torres del Paine (cercano, aunque en Chile), pero un cierre de fronteras debido a una huelga de los aduaneros hace inviable esta posibilidad.

Así que a la mañana siguiente recorro otra vez la avenida Libertador y como me queda aún suficiente plata (y no tengo intención de volver a cambiarla) decido fundírmela contratando un par de cositas más para matar el tiempo: Una excursión en quad por el Cerro Huyliche y una visita de un día a la Estancia Nibepo Aike.

En quad por el Cerro Huyliche. El Calafate, Santa Cruz. (Argentina)
Iphone 4

Aunque el viento es terrible cuando por la tarde me pongo a los mandos del Polaris con el que voy a realizar la excursión, disfruto como una enana dando gas por el trazado que la empresa Calafate Mountain Park tiene marcado por los terrenos de su pequeña estación de esquí en el Cerro Huyliche, y que en verano, convierten en lugar para realizar deportes de aventura (quads, BTT, 4x4, etc...). Además, hoy tengo la suerte de cara, primero porque esta tarde no hay nadie más que vaya a hacer quads, por lo tanto tengo a Matías (el guía) para mí sola así que le digo... dale caña!

Y segundo porque -para mi sorpresa- descubro que la representante de la agencia que me pasa a recoger por mi hotel y me sube hasta la estación es paisana mía -concretamente de Escàs, un pueblecito del Pirineo leridano- y no sólo eso, además es muy simpática! En seguida hacemos buenas migas y Mònica me cuenta que está haciendo la temporada aquí, ya que Calafate Mountain Park está participado por la empresa andorrana Grand Valira, y ha decidido probar. Genial! Gracias a este improvisado enchufe y al viento que ruge sin piedad, hacemos la espectacular bajada en el increíble camión 4x4 que la empresa dispone para hacer rutas... y no me cuesta un duro! Mejor dicho, ni un peso!

Con Mònica y el supercamión  4x4 de CMP. Cerro Huyliche, Santa Cruz. (Argentina)
Iphone 4
Durante todo el viaje me he aprovechado de las conexiones wi-fi que hay por todas partes (carreteras y gasolina no... pero wi-fi hay a porrillo!) así que he podido estar en contacto y mandar fotos de manera regular a mis familiares y amigos. Todos ellos me dicen lo mismo... Vuelve ya!! No es que me quieran ver (que después de un mes... supongo que también), si no que les estoy poniendo los dientes muy largos con tantas experiencias! Soy consciente de que en estos momentos soy la envidia de medio Reus, pero antes de volver aún me queda un día más por aquí, y voy a dedicarlo a visitar una antigua y auténtica estancia ovejera, eso sí, reconvertida en estancia turística. La Nibepo Aike.

El camino hasta allí es de ripio. Como no! La estancia Nibepo Aike fue fundada a principios del s.XX por unos inmigrantes croatas y en sus 20.000 Ha. se criaban ovejas y vacas. Hoy en día sus terrenos quedan dentro del Parque Nacional (está justo al lado del Lago Roca), y el sitio es hermoso a rabiar. Paso un día la mar de entretenido intentando ordeñar vacas y viendo cómo los gauchos arrean el ganado, pero sin duda lo que más me gusta es la demostración de esquilado a tijera -a la antigua usanza- que nos hacen antes de comer.

Esquilando a tijera en la estancia Nibepo Aike. Santa Cruz. (Argentina)
Nikon D800 - Sigma 24-70 f2,8 DG HSMf4,5 - 1/60" - ISO 800

Ya por la tarde, y de regreso a El Calafate, mato las últimas horas tomando algo en un local de la calle principal, el Libro-Bar, una especie de Bar-Restaurante-Pub-Librería todo en uno que he frecuentado bastante estos últimos días. Desde una mesa cercana a la ventana veo el ir y venir de la gente, turistas y trabajadores, locales y foráneos mientras pienso que este viaje toca a su fin. Mañana tomo el avión rumbo a Buenos Aires, donde me quedaré el fin de semana con mi amiga Marian y aprovecharé para despedirme de la gente que conocí ahí, todos ellos maravillosos.

Mientras apuro el porroncito de Quilmes empiezo a sacar conclusiones de este fantástico mes que he pasado en Argentina. Lo mejor? Uff no sabría por donde empezar... la gente, los increíbles paisajes, las grandes oportunidades fotográficas, los helados, los contrastes... Lo peor? Que me voy, que me espera un aburrido vuelo de 14 horas y que aunque sé que volveré, tardaré demasiado en regresar. Que me he enamorado irremediablemente del país y sin duda dejo aquí una parte de mí. Tendré que volver a por ella, no?


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1 comentario:

  1. un muy buen lugar para vivir o visitar, hasta para poder trabajar, se ve muy seguro y agradable, además que sus hospedajes son bastantes buenos , son unas cabañas lindas y sobre todo que te dan el mejor trato, lo leí en este blog www.cabañasenelcalafate.com

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